La masacre reciente en una sala de teatro en Denver perpetrada por James Holmes, durante el estreno de la última película de Batman, trae de nuevo el debate acerca de la libre venta de armas en los Estados Unidos. No es la primera vez que un hecho así ocurre e infortunadamente no se está haciendo nada para evitar que esto se repita. Luego de lo ocurrido, la venta de armas se ha incrementado. El argumento es básicamente el mismo: quieren tener la oportunidad de defenderse si se encuentran con algún lunático que los quiera agredir. Es un círculo vicioso de paranoia y temor. James Holmes obtuvo seis mil rondas de municiones por internet durante los dos meses previos a la matanza. Fuera de eso tenía en su haber: dos pistolas, un rifle, una escopeta, entre otras armas y municiones. Los norteamericanos se quieren defender, ¿pero quién los defiende de sí mismos? Los aeropuertos están fuertemente vigilados, con amplias restricciones para evitar el ingreso de cualquier amenaza a su territorio...
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